SER UNO CON DIOS
6:40
Ser uno con Dios
La mayor parte del tiempo tratamos de
agradar a la gente en todas las áreas, en la escuela, el trabajo o en la
iglesia siendo esta ultima el lugar en el que uno debería sentirse más cómodo
que en ningún otro lado, y aunque la mayor parte del tiempo lo es, también es
cierto que no somos perfectos y estamos ahí para buscar la presencia de Dios y
no para ser un “club social” pues para eso hay otros miles de lugares, lo
triste es darse cuenta que la gente se congrega por costumbre, por quedar bien
e incluso por compromiso cuando debería de ser para nosotros un gozo y una
prioridad el congregarnos e incluso nuestra primera opción para recargar
baterías, para escuchar la voz de Dios, para dar gracias y aunque eso lo
debemos hacer diario y en todo momento no solo cuando hay servicio en la
iglesia.
Es triste y me llena de coraje ver a
gente perdiendo el tiempo en las iglesias, que no se compromete, que no avanza
en la búsqueda del Señor, que habla mal de sus pastores o líderes, que en el
momento de alabar y adorar a Dios están como ausentes, papaloteando, pensando
en miles de cosas, en todo, menos en que la presencia de Dios esta ahí, viendo
a su alrededor como buscándolo con sus ojos y no con el corazón. Antes, como
esta escrito: cosas que ojo no ha visto,
ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, son las cosas que
Dios ha preparado para los que le aman. 1 Corintios 2:9
Dios tiene todo preparado para
nosotros, el solo anhela que le entreguemos nuestro corazón que nos congreguemos
por amor a él y no por tratar de pertenecer, es verdad que en la iglesia
encuentras amigos, hermanos, personas de calidad a las cuales puedes brindarles
tu amor y amistad pero eso es solo una añadidura que el Señor nos da, no
debemos perder de vista del verdadero motivo por el cual estamos en nuestras
iglesias, por amor a un hombre que dio su vida por nosotros, que derramo hasta
la última gota de sangre que tenía, por ti y por mí, que entregó
voluntariamente su vida en una cruz despojándose de su deidad por nosotros. Que
estemos en nuestras iglesias porque anhelamos más de su presencia en nuestras
vidas, por agradarlo solo a él y no a los demás. Enfócate y no pierdas de vista
la mirada de Dios, no veas al hombre pues nosotros como hombres siempre
fallamos, Dios no.
Acuérdate del apóstol Pedro que le
pidió al maestro caminar hacia él sobre las aguas y comenzó a hundirse cuando
quito la vista de Jesús y sintió el fuerte viento, Mateo 14:22-33. Así nosotros cuando nos alejamos de Dios y quitamos
nuestros ojos de él para ver otras cosas, para seguir a otros dioses, para
agradar a alguien más primero que a Dios.
Soy una hija de Dios con un
propósito, el primer y principal propósito que considero debemos tener como
hijos de Dios es tener un vínculo real con él, darle el lugar que se merece
como dueño y señor de todo.
“Sucederá que en los últimos días —dice Dios—,
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán,
tendrán visiones los jóvenes
y sueños los ancianos.
En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos y mis siervas,
y profetizarán.
Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios:
sangre, fuego y nubes de humo.
El sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre
antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso.
Y todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo.”
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán,
tendrán visiones los jóvenes
y sueños los ancianos.
En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos y mis siervas,
y profetizarán.
Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios:
sangre, fuego y nubes de humo.
El sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre
antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso.
Y todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo.”
Hechos 2:17-21
Cuando leo esto me lleno de fortaleza
y siempre me hace recordar lo que hace la presencia del espíritu de Dios en
nuestra vida si es que nosotros le permitimos actuar, somos obedientes a él, y
buscamos agradarle. Te invito a ser uno con Dios, que solo nos importe lo que Dios dice de nosotros que lo que diga
la gente que nos rodea, pues Dios es el
único que sabe lo que en realidad hay en nuestro corazón y la gente
podrá pensar muchas cosas de nosotros, incluso juzgar y hablar sin saber de
nuestra vida, pero él conoce lo que realmente somos, y no
somos lo que la gente cree saber….
Bendiciones
Yajaira Lozano
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