Es importante en ciertos puntos de la vida detenerte a mirar aquello que realizaste en el pasado, pero no para añorar todo eso que dejaste o que ya hiciste, cosas que quizá nunca van a volver. Sino para evaluar qué tanto has avanzado, en ocasiones pasa que vez ese pasado y lo comparas con el presente y vaya sorpresa te topas, estas igual o peor que en el pasado.

Es ahí donde te preguntas si de verdad valió la pena dejar todo eso que dejaste, de olvidar todo eso que disfrutabas hacer pero que no tenía un benéfico real, que si toda esa gente que sacaste de tu vida regresara tal vez todo sería distinto, que no era necesario moverte de lugar porque al paso de los años seguirías igual. De que no ha valido la pena el ser obediente, que nadie te lo reconoce y que la gente en vez de ver tus virtudes ve en ti todo eso malo que hay en ti aún así sea un 5 de tu 100%

Hace unos días leí una frase que decía algo como “yo no conozco los errores, conozco mil maneras de cómo no hacer las cosas” y esto tiene que ver con nuestro carácter, con nuestras actitudes y sobre todo con nuestra transformación. Hay una gran cantidad de personas que día con día meten la pata en lo que hacen y yo me considero una de ellas.

Sé que a veces podemos llegar a pensar que estamos igual que cuando no conocíamos de Cristo, que seguramente fue una farsa todo eso que nos contaron del él y que para nada existe un ser supremo que me hizo, que cómo le hicieron para escribir la Biblia, o sea es ilógico, un Dios que derriba gigantes, sana enfermos, levanta muertos, que ama y que salva… Por favor qué tipo de patraña es esta?

Dudas existenciales como esta atormentan a los hijos de Dios en la actualidad, ciertamente la fe moderna de muchos está al borde del abismo, a nada de caerse por la borda, porque no sentimos la presencia de Dios, porque vemos a otros que dicen ser cristianos y no actúan como tal, porque nos han fallado o nos han lastimado.

Pero a pesar de esas catástrofes existenciales, aún después de todo lo que has vivido, debes dar un extra y lanzarte a lo que venga, porque la buena noticia de todo esto es que Dios está transformándote, está transformando tu carácter,  él permite las pruebas en tu camino y tú tienes la opción de permitirle a Dios que se glorifique en tu vida o que tú la riegues con tus decisiones humanas.

Tienes que salir a la batalla con todas herramientas nuevas que te dio en batallas pasadas, sal con todo lo que tienes, con tu fe en Dios sin importar si es mucha o poca porque cuando tú activas tu fe, Dios la lleva en aumento con todo lo que él hace en tu vida.  Solo resiste, sigue a delante y cuando veas todo eso que es incomodo y doloroso recuerda que eso solo es temporal y que estas a nada de ver la gloria de Dios en tu vida.

¹² No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. ¹³ Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, ¹⁴ sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.

Filipenses 3:12-14

Anii Funes

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