¿QUÉ NOMBRE TIENE TU SAMUEL?

8:20



     Te hago esta pregunta porque existe una historia en la biblia la cual sinceramente yo solo conocía porque la había escuchado en la predica de mi pastor o porque algún hermano la mencionaba pero no me había tomado el tiempo de escudriñar  este capítulo de la biblia  en especial, sabía que Samuel fue un niño consagrado para Dios y que su madre no podía tener hijos e incluso que los hijos de Elí el sacerdote eran unos pecadores que no estaban sometidos a Dios; pero hace aproximadamente una semana  el Señor puso en mi corazón el conocer la historia de Samuel, el porqué de que ese niño estuviera destinado para Dios.

Comencé a leer 1 Samuel, quizá muchos de ustedes ya conocen la historia y  tal vez  el  Señor ya les dio revelación  acerca de esta historia, pero quiero compartirles algo que a mí me impacto en la oración de Ana.

Ana era una mujer que no podía tener hijos y eso era algo que realmente la mantenía muy triste, podemos ver que esto no es algo que solo pasaba en ese tiempo sino que aún en la actualidad sabemos de muchas mujeres que se encuentran afligidas por no poder concebir un hijo, entonces como la palabra de Dios dice: Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. (Hebreros 13:8) Entonces creo que también debemos de entender que  las aflicciones son las mismas ayer, hoy y siempre, lo que tu estas pasando alguien más ya lo paso, lo que tu estas por pasar hay alguien más que ya encontró la salida a su problema, el punto es este:  el Dios que Ana tenía en aquella época, es el mismo Dios que tenemos tu y yo hoy en día... pero lo que más me impacto y realmente te lo digo con sinceridad lo que ha impactado mi espíritu es la manera de orar de Ana, yo en lo personal he orado muchas veces por diferentes necesidades y como dice la biblia (Mateo 6:7-8) no ores con repeticiones vanas sino con palabras que salen de tu corazón que Dios conozca realmente tu necesidad, y a pesar de todo ello  recién comprendí como es que Dios necesita que yo le pida las cosas.

1 Samuel 1:10-11
Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.  E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

Y dice la palabra de Dios con amargura de alma oró y lloro,  es obvio que estaba afligida,  que tenía necesidad de que el Señor escuchara y cumpliera su petición y tal vez en este punto tú y yo no necesitamos pedirle a Dios que nos dé un hijo, o al menos no por ahora. Pero quizá si hay muchas Anas haya afuera que necesitan que el Señor les dé a su Samuel, que anhelan un hijo con todo su corazón entonces es tiempo de doblar rodilla y que el Señor vea su aflicción, pero quizá tú y yo el día de hoy tenemos otras cosas que nos mantienen tristes quizá tu Samuel el día de hoy tenga otro nombre, ¿cuál es? eso solo tú y Dios lo saben, Ana oró por su Samuel, oró por lo que más anhelaba, oró por lo que más deseaba en ese momento de su vida, entonces si hay algo que tú necesitas es tiempo de orar y pedirle a Dios.

Pero en este capítulo unos versículos después, hubo una palabra que fue la que hasta el día de hoy no deja de resonar en mi corazón... Dice que mientras ella estaba orando Elí el sacerdote la observaba y como Ana oraba en su corazón solo movía sus labios, entonces el sacerdote pensó que estaba ebria, imagínate era tanta su necesidad de ser escuchada por Dios, que en qué estado estaba ella que el sacerdote la vio y pensó que estaba borracha.

1 Samuel 1:14-15
Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

Para mí aquí está la clave, Ana dice: he derramado mi alma delante de Jehová. Cuando leí esto mi espíritu se estremeció, fue como algo que se revelaba ante mí y tal vez ni siquiera sé explicarlo pero fue algo tan sobrenatural que quiero que ustedes también lo entiendan, busque el significado de derramar entre los que estaban: verter, esparcir, fundir... Ana fundió su alma con Dios, se despojó, se vacío por completo ante Dios y su oración salió del fondo de su corazón.

Yo sé que existen cosas que anhelamos que queremos con todo nuestro ser, cosas que queremos que sucedan o que lleguen a nuestra vida, que tenemos sueños y deseamos que estos sean cumplidos y es por ello que te invito que a partir de ahora no solo levantes una oración al Señor sino que cada vez que vengas a su encuentro derrames tu alma por completo ante él porque él esta dispuesto a escucharte, él se agrada de que sus hijos le pidan, le busquen,  pero hazlo de todo corazón.

Al final de este capitulo dice que Ana ya no estuvo triste, pues después de orar ella confió en lo que estaba por recibir, Dios se acordó y se agrado de su petición y esta fue cumplida. Y así como Dios le cumplió a Ana lo que había pedido también Ana cumplió lo que le había prometido a Dios pues dijo que ese niño sería dedicado completamente para él, así que si tú le prometes algo a Dios no tardes en cumplirselo. (Eclesiastes 5:4)

El día de hoy te reto a creerle a Dios, te reto a aferrate a su palabra, te reto a orar con fe, te reto a ser como Ana que espero confiadamente hasta que Dios le dio a Samuel y te reto a creer en las promesas de Dios, pues su palabra dice:
Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá? Números 23:19
Te reto a derramar tu alma delante de Dios.

Bendiciones

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